jueves, 24 de junio de 2010

POBREZA, MILLUNI Y NORMAS: qué pena me da!


Para los que desconocen lo sucedido el día de ayer, 23 de junio, donde varios fuimos afectados por el corte ilegal de agua realizado por los comunarios de Milluni, quienes demandaban que se cambie a un subalcalde que había sido designado a “dedo” según argumentan los comunarios del lugar, designación hecha por el actual alcalde de la ciudad de El Alto, enfrentó a los pobladores de Milluni con las autoridades alteñas. Como medida extrema de su demanda no tuvieron mejor idea que JODER A LOS DEMÁS con algo tan elemental, como es el agua.
Corte que afectó a varias zonas y barrios de la ciudad de La Paz, ni qué decir, de que la escasez del servicio también afectó a hospitales, amas de casa, mujeres con niños en edad de gestación, etc.
Personas en su sano juicio, serían afectos a la intervención de la fuerza pública para reabrir las compuertas. Evidentemente esto generará la reacción de los derochohumnistas radicales, y los defensores de los desvalidos, quienes ven en todo tipo de reclamo, algo legítimo a solo  condición de ser  “carenciado”.
Existe una lectura y un manejo perverso en este tipo de interpretaciones respecto al desvalido y a la pobreza en general.  Lacan menciona en un texto articulo; el rico y el pobre, ésta perversión. Primero, en el no reconocimiento y negación del goce del carenciado, en el cual debería primar sus necesidades. Segundo, el cómo éste crea una identidad a partir de su condición de pobre.
Existe en el rico un goce (placer) en el dar, en la dádiva, así como existe el mismo placer y goce del pobre en recibir. Esto genera dos posicionamientos bien definidos, el uno ve al otro como pobre, y éste último acepta esa condición, éste va creando una propia identidad basada en la pobreza.
Va! por los menos es una identidad honesta
la de nuestros amigos. 
De igual manera se puede, argumentar en una tesis por muchos conocida proveniente del marxismo. La cual explica que la base material crea una superestructura de carácter ideológica. Para el caso, se puede argüir que en el caso del capitalismo, mediante su forma de producción crea una superestructura correspondiente. Lo primero que viene a la mente, es la idea de burgués, que ya desde hace mucho tiempo trastocó en un concepto peyorativo esgrimido por la izquierda para desmerecer al contrincante ideológico; todo lo que no es compartido por la izquierda, es tildado de burgués o pequebú, en su defecto. Es necesario aclarar que Marx en su texto el “Capital” nos habla del burgués como una categoría económica para poder pensar una determinada  forma de producción capitalista, en determinado momento histórico y no así como la esencia de ser burgués. Si nos basamos en esta línea de pensamiento, y hacemos propio esta interpretación, lo mismo podría valer para los sectores sociales denominados pobres: su base material deficitaria, su condición de marginalidad, etc, crearían una superestructura ideológica basada, justamente en su condición de ser pobres. Es decir, que a partir de esta similitud, se conforma toda una identidad de la pobreza.
Ésta pasaría a ser una condición, en vez de una circunstancia: la diferencia sería, Yo no soy pobre, estoy pobre. No es mi condición ser pobre, es solo una situación.
 Este señor NO sufre la "condición" de ser pobre
su situación es "coyuntural", pues su estilo de vida
no es la de un pobre clásico
Mas allá de las carencias materiales que determinarían el ser pobre, lo alarmante es que la pobreza, pensada de esta manera, no solo es material, sino algo mucho peor; es una condición para la pobreza espiritual y todo lo demás que ello implica. Es una identidad, una carta de presentación ante el mundo, una auto  contemplación y autocompasión  asentada y consolidada en ya una identidad que inmediatamente proyectará un futuro de vida, basado en estas categorías: el ser pobre y la pobreza.
Esto no solo sucede con las personas, sino también con los países, tal es el caso nuestro. Un país como Bolivia, que ha vivido su historia, con el estigma de la derrota, del fracaso, de la minimización ante los demás, con la condición del ser “bolita”: para este rosario de lágrimas solo pocos ejemplos; sin mar, sin litoral, sin amazonia, arrebatada en la guerra de la goma, sin Chaco arrebatada por las transnacionales Stándar Oil, el fracaso de la Confederación Perú Boliviana, historia de masacres indígenas, y algo que fue transversal a toda la historiografía nacional, la explotación, el saqueo, y la esclavitud.
No es raro que existan textos con los títulos; Oprimidos pero no vencidos, Réquiem para una República, Pueblo Enfermo, El triunfo de los vilipendiados, Socavones de angustia, Estado nacional o pueblo de pastores, Raza de bronce, América india y occidente, etc.
Títulos que más allá de la temática que tocan, son sintomáticos, de una sociedad toda que ha asumido esa condición lamentablemente. El exaltar, el enarbolar el mundo oprimido no hace mas que reforzar las diferencias, y cristalizar tal condición.
Uno de los momentos claves para entender todo este embrollo, son políticas públicas asentadas en el asistencialismo y la dádiva, que por supuesto, que son válidas en sociedades como la nuestra, pero este no es el caso de discusión, de lo que se trata en este post es la problemática de la identidad de la pobreza y los pilares que la refuerzan. Cuando se llega al extremo de extender la mano y aceptar la dádiva, se cristaliza la relación de poder entre el rico y el pobre, reafirmando la diferencia cultural, social y económica. Asumirse como pobre es ser mas pobre.
Esto de algún modo, está ligado a las infinitas demandas de diversos sectores y sus acciones para ser escuchados, el no atenerse a la norma, el hacer de las demandas sectoriales, como en el caso de Milluni, caso omiso, es tener una lectura perversa de la realidad empapada de una mentalidad paternal y aristocrática, al ver a los demás como “pobres” con una expresión de tristeza en el rostro. En toda sociedad deben primar la norma y castigos, es algo elemental para la convivencia.  Es por eso que lo de Milluni, merece todo  el peso de la ley, pues sino, la esperanza de una convivencia social, ES INVIABLE y cuando esto sucede, deviene la atomización, la ley del mas fuerte, la anomia social. Y si esto pasa, como decía Hernández, Si entre hermanos se pelean, los devoran los de afuera. Me entienden???????? Espero.
                                  "Ayudame, soy un veterano inválido de la guerra de los clones, 
                                     necesito $$$ para construir una estrella de la muerte"
No lo olvides, muchas veces, la pobreza también es un gran negocio

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