Existe desde hace
mucho tiempo, especialmente por parte de
un sector social, imbuido de una mala y/o panfletaria interpretación de los
postulados de izquierda, un resentimiento visceral con las FFAA. Una izquierda
colonial que piensa infinitas realidades con recetas y teorías incuestionables. Algo
así como una Biblia (de la política) la cual define tanto a los malos y a los buenos,
los amigos y enemigos. Todo desde una perspectiva eterna, inconmovible en el
tiempo, como si la política y las ideologías actuaran como normativa moral. Los
cristianos y algunos católicos podrían servir de ejemplo: la “mayoría” (siendo
benévolos en la apreciación) no piensan por sí mismos. Su pensar está anclado
en el pentateuco, antiguo y nuevo testamento.
A mi, mi han dichu jowen que debía ser un buen
soviet!...yo les dije que soy buen vecino y cultivo
papa nomás!.
De igual manera,
nuestra izquierda colonial piensa las realidades, sean estas campesinas, étnicas,
negras y pobres en base a moldes ya definidos por los grandes pensadores del
ramo en el siglo XlX, en contextos históricos bien definidos. Lamentablemente,
la mayoría de las veces, este sector (sea medio, urbano, letrado, etc) no tiene la
delicadeza de acercase a las fuentes de origen, dejando la interpretación de la
“realidad” a lo que dijo tal lector de “renombre”, sobre lo que se dijo de los autores
primigenios en una determinada época o lugar. Es decir, la receta panfletaria
de ejemplos como: la estructura y superestructura, las FFAA son instrumento de
dominación del Estado burgués, todo en el mundo es dialéctico, etc. Así se
podría seguir mencionando un sin fin de tips, fáciles de aprender para poder “pensar”
cualquier realidad, como un recetario vendido por telemarketer y sin mayores
problemas: Llame ya y obtenga su kid
completo de conceptos y marcos teóricos de la izquierda progresista colonial, y
si llama ahora de regalo, unos lentes 3D!.
Chicos progres del Multicine dicen: Mierda!!!
Indios Fascistas!!!!!
Chicos progres del Multicine dicen: Mierda!!!
Indios Fascistas!!!!!
Esgrimir todo este bagaje
de realidades europeas y del siglo XlX no se condicen con realidades mas
cercanas y cotidianas en la cuales se desenvuelve el espectro de la izquierda
colonial, que lucha incansablemente para ver realizados su sueños de la “dictadura
obrera” bajo marcos democráticos (contradicción numero x), que todavía habla de
burguesía y proletariado en contextos de una economía terciaria (contradicción
numero xx) y en el peor de los casos de economías cuasi feudales. ¿De qué clase
de burguesía habla la izquierda colonial cuando habla de burguesía? ¿La de los
finales de la Edad Media y de los incipientes burgos!? ¿La burguesía como categoría
económica, tal cual como la definió Carl Marx? ¿La burguesía como concepto
urbanístico? Muchas preguntas pocas respuestas. Una izquierda colonial
resentida con la vida, que nunca pasó hambre ni frio y que tuvo las comodidades
de una familia burguesa modelo, a la que le duele el sufrimiento ajeno más que por
haberlo vivido, por no soportar “ver” tanta miseria (una cuestion estética talvez!). Se puede ser progresista
hasta donde lo indique la condición de clase, a partir de ahí, lo demás es
tierra desconocida.
Este enredo y
muchos otros sirvió para que las izquierdas coloniales latinoamericanas, nunca
reconocieran los movimientos de base y populares.
Pues estos rompen con los esquemas preestablecidos traídos de las Europas. No
es casual lo que sucede hoy en día en Bolivia que enfrenta una ola “contrarrevolucionaria” promovida OH QUÉ
CASULIDAD por sectores medios, “intelectuales”, urbanos, letrados y de parte de
la izquierda (trotskista); adoctrinados en esta clase de panfletaria. No se
debe olvidar que los grandes movimientos populares a la cabeza de militares
progresistas, como los de Perón, Getulio Vargas y Cárdenas fueron rechazados
por esta izquierda colonial y sus derivados, que veían en éstos a pandillas
fascistas arribistas, a su vez que se adscribían, y actualmente los siguen
haciendo, a la teoría anglosajona de meros populismos.
Por esta razón,
existe en los sectores mencionados un resentimiento visceral e infantil en
contra de las FFAA y la policía, las cuales son analizadas ahistoricamente e
incluso, como en el caso de Bolivia, sin mediar el problema étnico y social del
componente propio de sus fuerzas. Este odio asentado en interpretaciones
erradas deja a las fuerzas del orden como un mero instrumento de un Estado burgués,
y todo lo que vaya en contra de éstos es aceptable, según el enmarañado pensar
del colonizador progresista.
La Policía boliviana; instrumento burgués del Estado.
La Policía boliviana; instrumento burgués del Estado.
No es casual que
procesos como el boliviano y el venezolano compartan un mismo norte junto a sus
FFAA en la construcción de naciones mas justas. Sin embargo, estos procesos
populares, de igual manera que en los años 30s, 40s, 50s, son tildados de
totalitarios y fascistas por una izquierda que todavía no supo y no sabe
reconocer procesos populares, la cual cada vez se parece mas a la derecha. ¿Es
casualidad o no? Históricamente procesos populares han sido tumbados por la
derecha y la venia de la izquierda colonial. ¿Bolivia será la excepción?