A un tal Álvaro…

“Todos somos iguales pero algunos son mas iguales que otros” 

(Animal Farm- Orwel George)

 

Hoy está de “moda” la plebs, la potentia plebeya, es lo políticamente correcto ante la mirada ajena, siempre es mejor quedar bien con Dios y con el Diablo, antes que ser honestamente detestable.

Los parias, los que no comulgan con doctrinas fariseas e hipócritas, son los que están al margen, son lo vilipendiados, son a los que les caben mil adjetivos; disidentes, herejes, insensibles, retrógrados, conflictivos, radicales, anarquistas, pekebús, menchevisques, termidores, conservadores, traidores, entristas, etc.

Solo algunas recomendaciones para los que son más papistas que el papa.

·         Hablan y enarbolan a la plebe pero no se juntan jamás con ella, solo para la foto de campaña electoral

·         Hablan de propiedad colectiva cuando ellos gozan de la propiedad individual

·         Critican la herencia familiar y el abolengo, el poder y el los gustos de las clases altas, pero son epicúreos de cepa

·         Hablan de la simpleza y sobriedad estética y visten Versace y zapatos italianos

·         Critican a occidente como si poco mas fuera el mismo infierno, pero viven muy cómodos en él

·         Aman el campo y su manifestación popular intrínseca pero viven y aman la urbe y algunos viven en el centro mismo del gueto de Sopocachi

·         Critican a los intelectuales pero adoran la cultura

·         Critican los gustos burgueses, pero no dejan de saborear el buen caviar, langostino, bacalao y el buen whisky escocés

·         Son extremadamente ecologistas pero andan en 4x4 marcas Toyota, Land Crusier, General Motos, BMW, etc

·         Odian el consumo pero viven sumidos en el mas vulgar consumismo

·         Detestan en mercado, pero viven en el

·         Critican  a la globalización y al cosmopolitismo y en cuanto pueden o tienen oportunidad, viajan a las Europas, Asia, África o Medio Oriente financiados por alguna ONG o algún partido afín, hospedándose en hoteles 5 estrellas

·         Hablan y exaltan a la muchedumbre, a la plebe como nuevo sujeto revolucionario pero cuando éste toca sus puertas, es mejor cerrar las cortinas.

·         Se eleva lo indio, su cosmovisión y sus costumbres, pero se vive en la modernidad absoluta, siendo blanco, letrado, y se maneja el Estado, todos elementos de la colonización que tanto se critica.

Siempre es mejor ser solidario con lo ajeno, la revolución es buena siempre que esté a miles de kms, nunca cuando ésta toca a nuestra puerta

Así piensan muchos hoy en día, especialmente los termidores de la revolución democrática y cultural, saben a quien me refiero.